En la menopausia se da una caÃda en los niveles de estrógenos y progesterona.
La edad y los cambios que experimenta la mujer durante la menopausia influyen en la salud bucodental. Prestar atención a la boca durante la menopausia es importante, sobre todo si tenemos en cuenta que la mujer española tiene una esperanza de vida de 85 años, lo que implica que vivirá como un 40% de su vida postmenopáusica. La encÃa es de las partes a las que más atención hay que prestar por la pérdida hormonal pero no hay que alarmarse, La mujer del siglo XXI tiene las herramientas para conservar sus dientes y tener una sonrisa sana al cumplir los 80 años.
En cada una de las pacientes, los problemas pueden ser más o menos agudos y, en general, no aparecen todos ni tampoco se dan al mismo tiempo. Estos son los más comunes: Adelgazamiento de la mucosa bucal Al igual que sucede con el resto de las mucosas del cuerpo, ésta se vuelve más frágil y su función protectora se debilita, por tanto, debemos ser más cuidadosos. Recesión gingival, la encÃa, encargada de sujetar el diente, está más débil y se retrae. El resultado de este proceso es que la parte del diente que une la corona con la raÃz quede expuesta y aparezcan problemas de sensibilidad o caries radicular, que afecta a la raÃz del diente. Sequedad bucal o xerostomÃa por disminución de la saliva Aunque no es uno de los problemas más significativos, genera incomodidad a las mujeres. Los cambios hormonales también pueden ocasionar el sÃndrome de la boca ardiente que provoca picor. Pérdida de hueso alveolar y reabsorción del reborde alveolar âHay estudios que apuntan que tres de cada diez mujeres van a tener una pérdida ósea importante en todo el organismoâ.
Problemas de la articulación temporomandibular (ATM) Usamos esta articulación para abrir y cerrar la boca, en la menopausia se pueden presentar complicaciones como los chasquidos de apertura, dolor a nivel del oÃdo o cefaleas. Deterioro dental , a consecuencia de los años, los dientes pierden brillo y ganan opacidad a la vez que se amarillean. También se pueden apiñar y derivar en deformación y se puede producir âdesgaste por el que los bordes incisales se ven finos y resquebrajadosâ. En esta etapa, la encÃa es una de las partes a las que más atención hay que prestar por la pérdida hormonal. Consejos y medidas para la prevención:
Enriquecer nuestra dieta con aquellos alimentos que contienen vitamina A, E y C. Ãstas fortalecen la piel y las mucosas y se pueden obtener a través de la dieta o de suplementos especÃficos. Al escoger una pasta de dientes debemos buscar las que tienen un Ãndice de abrasividad bajo o medio, de lo contrario deterioran las mucosas más finas y los dientes con mayor desgaste.
Cuando se trata del cepillo, conviene optar por los que tienen filamentos de nylon y poliamida porque no daña el esmalte en lugar de los que son de poliéster. Asimismo, las puntas deben ser redondeadas y pulidas, de esta forma âperjudican mucho menos a una encÃa sensible y a un esmalte ya más delicadoâ. Acudir con regularidad al dentista, es aconsejable cada seis meses una revisión de las encÃas. Extremar las medidas de higiene bucodental. âEn esta etapa es muy importante que cada mujer use la pasta y el colutorio especÃfico para el problema que ella presenteâ. También hacer hincapié en el uso de productos de calidad como los que se pueden adquirir en farmacias. Valorar con nuestro dentista el estado de nuestra ATM con el objetivo de saber si necesitamos una férula. Como, por ejemplo, cuando los cambios hormonales causan alteraciones psÃquicas por las que apretamos los dientes.